Fundamos Cara de Planta en Oaxaca en 2014, explorando técnicas tradicionales con una estética que busca ser disruptiva. No siempre sabemos con exactitud qué estamos haciendo, pero lo que creamos siempre tiene un rostro reconocible, un equilibrio entre intuición y forma.

Hemos transitado de ferias de diseño a exhibiciones en museos, galerías. Hoy, Cara de Planta vive en Tabasco #188, un punto donde todo llega y todo comienza.  Muy pronto colaborar con artesanos y artistas, tejiendo puentes entre la tradición y lo contemporáneo. En cada creación buscamos un lenguaje que va más allá de lo tangible, cuestionando la belleza desde nuevas perspectivas pero sobre todo su función y su manera de habitar el entorno.